La vida se mueve en Metro.

Una historia de movimiento, memoria y ciudad

Hay latidos que no suenan, pero se sienten. Hay hilos invisibles que tejen la piel de una ciudad, que la cosen a su historia y la empujan hacia adelante aunque el mundo se quede quieto.

Uno de esos hilos subterráneos y eternos se llama Metro de Madrid.

En los días en que la ciudad se detuvo, cuando las calles parecían ecos de un pasado reciente y el aire estaba lleno de incertidumbre, hubo un murmullo que nunca cesó. Bajo tierra, como un corazón obstinado, el Metro siguió latiendo.

«La vida se mueve en Metro» Es un homenaje a la vocación silenciosa de quienes, han mantenido vivo el latido de esta ciudad.

El confinamiento, la distancia, la tormenta de nieve llamada Filomena…
Todo eso intentó rompernos. Y sin embargo, en la oscuridad amable de los túneles, siempre hubo una luz que avanzaba.

Porque sabíamos —sabemos— que Metro estaría ahí, como un viejo amigo que nunca falla.

La campaña muestra una danza de vidas entrelazadas y es que Metro de Madrid es más que transporte: es el latido compartido de una ciudad que se niega a dejar de latir, a dejar de soñar.

Y como todo gran relato, este también se ramifica en otras formas: preciosas ilustraciones y animaciones que capturan la belleza de lo cotidiano.

Madrid jamás se detiene.
Madrid se mueve.
Y la vida, inevitablemente, se mueve en Metro.